Zancadas (II).
LUNES
Hoy mi cerebro vuela libre como un
pájaro que se pierde en la inmensidad de un oscuro silencio.
MARTES
Hay días en los que me siento tan
vulnerable como esas finas y delicadas capas de hielo, que en invierno cubren
los ríos, y que pueden resquebrajarse con el simple golpeo de una pequeña
piedra lanzada desde la orilla.
MIÉRCOLES
Me acordé de algún momento de breve
felicidad, de otros tiempos de estimulantes ilusiones, y cuyo trayecto fue tan
corto como el de una gota de lluvia que suavemente se desliza por el cristal de
una ventana.
JUEVES
El día es negro, pero no me queda más
remedio, que buscar la luz en medio de la oscuridad, algo que tan solo yo puedo
hacer, solo de mí depende.
VIERNES
Hoy me he levantado con mucho
apetito, pero siento que mi estómago no necesita alimento, debe de ser que
tengo el alma desnutrida.
SABADO
Estoy de resaca, creo que ayer bebí
más de la cuenta, por eso hoy tengo la cabeza como un auténtico basurero, en el
que se van amontonando pensamientos negativos, que cada vez huelen peor, y es
que el pesimismo, es lo que tiene, un olor nauseabundo que invade todo lo que
me rodea.
DOMINGO
Sigo con restos de alcohol en mi cuerpo, aunque hoy estoy un poco mejor, así que me vuelvo a refugiar en mi imaginación para evadirme un poco de la realidad, protegido con el escudo de la ficción, esa que tantas veces consuela a los perdedores en la derrota.
Y mañana Lunes, otra semana comienza...