Zancadas (y V).
LUNES
Empiezo la semana un poco “profundo”,
y a base de escarbar, pienso que mi vida se está convirtiendo poco a poco, en
un mundo cerrado y muy pequeño, en el que me suelo pegar contra mí mismo,
luchando por un raquítico territorio, creado a base de equivocaciones y una
gran capacidad para la torpeza. Bueno, esto lo pienso hoy, mañana…, será otro
día.
MARTES
De nuevo un sueño extraño, en
el que me había convertido en un Faquir,
y por lo visto muy profesional, pues me vi sin inmutarme por una larga alfombra
de brasas ardientes y afilados cristales, que tan solo me producían cosquillas
en los pies, incluso llegué a sentir un suave masaje relajante en las plantas,
que me sentó estupendamente. ¡Qué cosas más raras tiene el cerebro!
MIERCOLES
Hoy tengo la sensación de tener
unos pensamientos tan alborotados, que más bien parecen periquitos enjaulados
en mi cabeza.
JUEVES
Me
siento cansado de vivir tanto tiempo en la misma ciudad, además de que cada vez
siento más la necesidad de estar cerca de la naturaleza, y alejarme de coches,
contaminación, ruidos y barullos. No es solo una necesidad, es también un tema
de salud, pues cada vez soy más consciente que el exceso de vida urbana, me
suele provocar taquicardias sociales.
VIERNES
Estoy
algo alterado por cosas que pasan. A veces es imposible controlar la
negatividad que te rodea, y en mi caso se manifiesta con cierta desesperación y
algo de resentimiento con la vida, pero bueno, nada que se me escape de las
manos y pueda llegar a descontrolarme en exceso. Espero que “la sangre no
llegue al río”. Aunque no puedo evitar una sensación extraña en la que parece
que mi alma, harta ya de tantas “subidas y bajadas”, se ha escondido en el
lugar más oscuro y misterioso de mi cuerpo.
SABADO
Hoy
sigo ejerciendo de buceador, por eso me he sumergido bajo las profundas aguas
de mi atormentado (no siempre, afortunadamente) pensamiento para hacerme esas
preguntas, que casi nunca tienen respuesta, o alguien es capaz de responder a
esto:
¿Es posible que algún día se apaguen todas
las luces del mundo, y al mismo tiempo, todas las estrellas también dejen de
brillar para siempre?
¿A que no tienes respuesta para ello?
¡Me lo temía!
En fin, un día
un poco espeso, como otros muchos.
DOMINGO
Acabo
de levantarme, y no tengo resaca, por la sencilla razón, de qué ayer no salí de
copas, como tantos otros sábados. Sin embargo, aunque he tenido un agradable
despertar, de nuevo un día más he de enfrentarme a ese miedo absurdo generado
por una amenaza invisible, que poco o nada tiene que ver con el horror real,
que muchas veces se hace compañero inevitable de la vida diaria. En fin, cosas
raras que se le pasan a uno por la cabeza, ¡menos mal, que los Gin Tonic, ni los olí!
LUNES
Me
he pasado el día escuchando a Joaquín Sabina, y dicho sea de paso, nunca me
canso de hacerlo, aunque a estas horas de la noche, he llegado a la conclusión
de que siempre prefiero pasear por la
avenida de las ilusiones posibles, que por el boulevard de los sueños rotos. ¡No se ofenda, maestro!
MARTES
Hoy llevo casi todo el día envuelto en una reconfortante calma. A diferencia de ayer no me apetece escuchar música, tan solo refugiarme en mis pensamientos disfrutando del silencio, ese lujo, que no está al alcance todos los seres humanos, más que nada porque son pocas las personas (yo no conozco a muchas), que no tienen la necesidad permanente de estar todo el tiempo hablando, excepto cuando duermen...
¡Y el tiempo pasa camino al futuro (?)...!
Futuro, como mucho es mañana, y hay que aprovechar siempre la inmediatez de la llegada del día siguiente, eso hace que aumenten las probabilidades de que se haga realidad la “Lista de los Buenos Propósitos”, que basándonos en nuestros deseos hemos de llevar a cabo. Aunque mejor hacer caso a la sabiduría del refrán:
¡No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy!
Y a partir de ahí, lo
que hayamos disfrutado, es algo que nadie nos podrá arrebatar
¡Qué nos
quiten lo bailao!
¡Y la vida sigue…!
¡Malo, muy malo, será el día que se pare!
La vida es una búsqueda permanente, aunque no
siempre se encuentra aquello que se busca, es más, cuántos hay, que se han
pasado la vida buscando, y al final no han encontrado nada.
La vida hasta el
momento, no me preguntó muchas cosas, es decir, que mi opinión, ¡le importó
tres cojones!, espero que a partir de ahora sea un poco más considerada.
La vida irreal, es aquella en la que se han quedado los que viven permanentemente anclados en el pasado, olvidan el presente y están excesivamente pendientes del futuro.
La vida no me preguntó dónde quería nacer, pero me ofrece la posibilidad de elegir
donde quiero vivir, quizás, será por eso, que aunque soy un hombre del Norte,
cada vez siento más la necesidad de vivir en el Sur...