Eroticortos (Textos cortos subidos de tono) (VII).
1.- Aquella jovencita tímida e ingenua, aprendió en muy poco tiempo todo lo que tenía que saber, para sacarle el mayor rendimiento posible al poderoso tesoro que tenía entre sus piernas. Y como antes había hecho su madre, y mucho antes su abuela, siguió la tradición familiar, para desenvolverse con gran maestría en el noble arte de las técnicas amatorias, convirtiéndose en una auténtica experta en el ejercicio del sexo, algo que hasta la fecha le ha supuesto una fuente continua de beneficios económicos y también personales, pues la chica está convencida de que su trabajo es una labor social, que la convierte en una auténtica samaritana del amor.
2.- Cuando supe que aquella zorra tan solo me había elegido por el abundante contenido de mi billetera, me di cuenta que pensar solo con la polla, es un negocio ruinoso, aunque en la medida de lo posible procuré recuperar mi dinero, con incansables sesiones de sexo salvaje, algo en lo que era una verdadera experta, la mujer a la que yo consideraba mi novia. Cuando me cansé de follar, la dejé tirada y le dije que volviera a la cloaca de la que había salido. La verdad, es que a pesar de que ella me había engañado, me sentí un poco miserable, pero no tuve ningún remordimiento, tan solo quedó en mi recuerdo el sabor intenso de las noches de placer ininterrumpido.
Fran Laviada
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