Pensamientos (y IV).
Sería estupendo poseer la solución perfecta para no tener pensamientos negativos, pero mientras esto no se haga realidad, procuremos cerrarles las puertas a cal y canto, y como mínimo, no dejarlas abiertas de par en par.
Soñar siempre, no es malo, pero sin alejarse en exceso de la realidad, para evitar que la borrachera de fantasía infle demasiado el globo de la frustración.
Tenía razón Séneca, cuando decía que la vida es una Escuela de Gladiadores, en la que se aprende a convivir y a pelear, pero tal y como están las cosas hoy día, convendría añadir un nuevo aprendizaje, el de “esquivar”. Por eso es más importante evitar el golpe que darlo, aunque a veces no queda más remedio que defenderse y pasar a la acción (ejecutiva).
Tirar siempre a la basura los restos del naufragio, sin perder tiempo en reciclarlos, sobre todo cuando es más rápido construir un nuevo barco.
¿Y si lo piensas con calma? ¡Vale, espera un poco, toma tu tiempo! ¿Estás listo? Ahora discute, y si hace falta pelea, pero sobre todo aprende.
A lo largo de mi vida recibí más de una patada, y pude comprobar, que el daño que produce el golpe, nada tiene que ver con el tamaño del zapato.