"En profundidad desde el escondite" (I).
Tengo un Ferrari sin ruedas.
Un Rolex que siempre atrasa.
Un Máster falso, aunque no soy el único. Una hermosa mujer, que es mi novia, aunque me pone los cuernos con mi mejor amigo. Una Visa Oro caducada.
Un socio que me engaña.
Hay mucha gente que me acompaña, pero por más que les hablo, nunca me entienden. La ignorancia me agobia y los tontos me asaltan.
Los tiburones de Hacienda me atosigan y las hienas del banco me roban.
Y a pesar de todo, lo que más me preocupa, es que tengo mucho que escribir y me estoy quedando sin papel…
No es necesario ser poeta para expresar sentimientos y sacarlos del refugio donde se encuentran escondidos. Tampoco hace falta ser literato para inventar historias, porque uno puede crear lo irreal si tiene la inspiración de su parte, y si no es así, lo mejor es reinventar la realidad, incluso escarbar dentro del alma, o darle rienda suelta a la creatividad para que despliegue sus alas y vuele libre hacía donde le apetezca siguiendo la ruta de la inspiración amiga, cuando a ella le viene en gana hacer acto de presencia, porque si está ausente, no queda más remedio que aterrizar, replegar las alas y esperar en suelo firme y en calma a que vuelva, algo que cuando sucede, siempre hace sin avisar.
Continuará...