"Historias en Terrícolandia: Superviviente en un Planeta llamado Tierra" (VI).
El contenido publicado a continuación pertenece al libro titulado “Superviviente en un planeta llamado Tierra” que forma parta la Trilogía Terrícola publicada en Amazon en el siguiente enlace:
Iremos publicando diariamente los diversos capítulos (o partes) de todos los libros que componen la Trilogía para que los lectores que nos sigan los puedan leer de forma gratuita. Para aquellos que les guste el contenido de lo que publicamos y prefieran adquirir el libro para no tener que esperar a leerlo por capítulos (o partes) pueden hacerlo en los siguientes enlaces:
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Imágenes: Pixabay.
© Textos: Fran laviada 2022 (Todos los derechos reservados)
Capítulo 21
Si la vida que llevas no te gusta, busca todos los medios posibles a tu alcance para poder cambiarla, y si no lo haces así, no tienes derecho a quejarte. El cambio no es fácil, aunque muchas veces, no es lo más complicado de conseguir, y sí lo es en cambio, la decisión de dar el primer paso. Así y todo, aunque hagas lo indecible, puede que toda tu existencia se convierta en una insatisfacción vital permanente, pero siempre te quedará el consuelo de haberlo intentado.
Capítulo 22
Subir y bajar, bajar y subir, una y otra vez, así funciona la Montaña Rusa de la existencia. Si quieres estar siempre arriba, porque piensas que estando más alto vivirás mejor, tendrás que quedarte quieto. Si te mueves, que es lo normal, porque el día a día, te obliga a ello, tendrás que bajar, para volver a subir de nuevo, y así funciona este circo, ¡perdón, quise decir círculo!, llamado vida, en el que continuamente estamos dando vueltas y vueltas, ¿en qué dirección?, ¡tú sigue, y cuando ya estés lo suficientemente mareado, te paras y ya decides...!
Capítulo 23
Desde tiempos remotos el ser humano pretende sin cesar, escalar la montaña de la sabiduría, y lucha sin descanso por llegar a la cima (algunos, utilizan métodos poco convencionales, e incluso son capaces de abrirse paso a codazos), pero ese momento solo llegará, cuando el hombre tenga respuestas para todas l
Las preguntas que se pueda plantear dentro de su cabeza, siempre que lo haga con un mínimo de orden, de lo contrario, corre el riesgo de que se le vaya la olla.
Hasta que llegue el instante de coronar la cima con éxito (por cierto, algo bastante complicado, que no está al alcance de cualquiera, y mucho menos de aquellos, que sufren el vértigo de la ignorancia), el verdadero sabio, es el que de forma permanente y con la curiosidad de un aprendiz, busca el camino que le lleve a solucionar todas las dudas que tiene en su día a día.
Capítulo 24
En la película de tu vida, tú eres el actor principal, luego, hay más papeles (¡no olvides nunca, que para ti, el tuyo, siempre es el más importante!), que se reparten entre otras personas, como secundarios de cierta relevancia, y otros que son intrascendentes, personas que en tu existencia diaria, son simples figurantes, pues no te aportan absolutamente nada, algunas incluso, además de no dar, te quieren quitar parte del oxígeno que necesitas para vivir, pues con su presencia cansina a la vez que tóxica, pretenden ahogarte con el aire nocivo del pesimismo y la negatividad.
Hay personajes que son agradables y positivos, otros sin embargo, son unos indeseables además de destructores, pero todos forman parte del guión de la película, siempre necesario para el desarrollo de la trama, ¡real como la vida misma!
Capítulo 25
Existen muchos momentos en la vida, en que se nos presentan situaciones desconcertantes, que nos impiden ver con claridad el camino más adecuado que hemos de seguir, y de ahí, la importancia de contar siempre con el apoyo, consejo u orientación de otras personas, que nos ayuden a encontrar la dirección más conveniente para nuestros intereses, aunque siempre es mejor tener la capacidad suficiente, para que las soluciones a nuestros problemas, salgan de nuestra propia inteligencia, porque a veces uno, se puede encontrar completamente solo, y en esos momentos, no puede esperar absolutamente nada del prójimo.
También es importante tener en cuenta, que hay ocasiones en las que no falta conocimiento para tomar las decisiones correctas con arreglo a la situación de cada momento, lo que ocurre, es que tenemos una ausencia total de autoconfianza. Y por eso, hemos de corregir en la medida de lo posible este aspecto y fiarnos más de nosotros mismos como guías del camino que hemos elegido recorrer.
¡Es estupendo cuando te caes al suelo, tener alguien al lado que te pueda ayudar a levantarte, pero siempre mejor, si lo puedes hacer tú solo, sin ayuda de nadie!
Capítulo 26
Hay ocasiones en la vida que la fortuna cae de tu lado, y te encuentras cosas buenas, incluso excelentes, y casi sin buscarlas (¡enhorabuena, te ha tocado el premio!, quizá no sea el gordo que estabas esperando, pero a nadie le amarga un dulce).
Por desgracia, esto no es lo habitual, y el que quiere encontrar algo que merezca la pena, tiene que buscar con insistencia, con fe y sin desanimarse nunca, pero siempre con lógica, y no a cabezazos (aunque los hay que tienen un tarro tan duro, que incluso han derribado paredes, y además, sin casco, ¡ya les vale!).
No hay que caer en la paranoia, de aquel que deja su jardín como un auténtico queso gruyere, de tantos agujeros que hace a base de pico y pala, excavando de forma compulsiva, buscando un cofre de monedas de oro, que nunca aparece, ni lo hará en el futuro, salvo que el jardín destrozado sea el del Pirata Barbarroja.
Sigamos pues buscando, pero con los pies en el suelo, y con el casco puesto, por si hay alguno que en un momento de incontenible cruce de cables, le da un violento arrebato y estrella el cráneo contra el ladrillo, cual delantero rematando un saque de esquina.
Capítulo 27
Hay personas que piensan que son felices, pero en realidad no lo son, prefieren engañarse a sí mismas, y fingir ante los demás que disfrutan de la vida con satisfacción plena.
Otros, sin embargo, quieren ser felices pero no saben cómo conseguirlo, pero, es que tampoco se han molestado en aprender a hacerlo, o al menos a intentarlo de alguna forma más o menos eficaz.
También, hay otro grupo que no encuentra nunca la felicidad, por la sencilla razón de que siempre eligen el camino equivocado, el que les lleva al extremo contrario de lo que pretenden, es decir, la infelicidad.
Hay por último, otro colectivo más reducido, que afirma con absoluto convencimiento, que son felices por completo. ¡Enhorabuena!
Capítulo 28
He llegado a la conclusión después de haber apagado demasiadas velas de cumpleaños (aunque bastantes las haya soplado de forma simbólica, y muchas más de las que me gustaría), que no soy un diablo, pero al mismo tiempo, he de admitir, que tampoco soy un santo. Y digo que no soy un diablo, porque nunca le he robado el alma al prójimo para luego venderla en el infierno al mejor postor.
Y también digo, que estoy lejos, muy lejos de la santidad, porque entre otras cosas, para ser santo hay que disponer de cantidad elevada de compasión, de la que yo evidentemente carezco, aunque la parte positiva, es que tampoco me la aplico a mí mismo, ya que nunca me gustó compadecerme.
Capítulo 29
Si hay algo que alimenta nuestro miedo, es la opinión que el resto de las personas, puedan tener de nosotros, y es por eso, que muchas veces nos comemos la cabeza, en exceso, hasta llegar al extremo de que tener unos pensamientos tan exigentes con nosotros mismos, que se convierten en algo excesivamente tortuoso y por supuesto insano.
¿Habré dicho alguna tontería?
¿Me aprecian?
¿Les parezco simpático?
¿Le habrá parecido mal la decisión que he tomado?
¿Estarán enfadados con mi actitud?
¿Les habré causado buena impresión?
Y cientos de ellos parecidos, que solo sirven amargar poco a poco nuestra vida, algo que siempre hemos de evitar, haciendo lo posible por mejorar nuestro autoconcepto aplicando el refrán tan conocido de que la caridad bien entendida empieza por uno mismo.
Capítulo 30
Que una persona debe de luchar por conseguir sus sueños e intentar por todos los medios posibles hacerlos realidad, es algo tan evidente, como que uno se moja cuando llueve y no lleva paraguas.
Sin embargo, darse cabezazos contra la pared por perseguir lo imposible, hace que existan personas que se obsesionan tanto con algo que les ha invadido por completo el cerebro, que llega un momento que pierden la noción de la realidad, y se pasan gran parte (o el resto) de su vida intentando morderse la nariz, algo a todas luces imposible, salvo que se tenga dentadura postiza.
Fran Laviada