
"La zancada imparable"
¡Cuando parar no es una opción!

“La Zancada Imparable,
por la ruta del asfalto.
Sol y Nieve.
Lluvia y Frío.
La Zancada Imparable,
que nunca se detiene.
Pies de acero, mente fría,
y corazón insobornable...”.

Correr puede convertirse en una especie de religión para los miles
y miles de deportistas aficionados que cada día salen a la calle a disfrutar de
su actividad física favorita. Para todos ellos, el
premio no es ganar, ni tan siquiera obtener una medalla, aunque sea de hojalata,
el verdadero y único objetivo, es superarse a uno mismo, y la meta, no
es otra, que llegar siempre al final del recorrido establecido, aunque sea
caminando (o a gatas), pero conseguirlo, esa es la auténtica recompensa.
Y como resultado de todo el
esfuerzo realizado (a veces, muchas veces, con sufrimiento incluido), la idea,
la única que prevalece, es repetir al día siguiente, eso quiere decir que la
salud sigue acompañando, algo por lo que cualquier corredor en particular,
deportista en general, y en definitiva, todo ser humano, debe de mostrarse
siempre infinitamente agradecido.
La Zancada Imparable, no es tan
solo un relato relacionado con el deporte, en el que se escribe sobre el hecho
de correr, es también una experiencia vital, una forma de afrontar la
existencia con una actitud positiva, apoyada en la actividad física y sus
beneficios para mejorar la vida diaria. Y todo ello tomando
siempre como base, la disciplina, el sacrificio, la continuidad, el convencimiento
y sobre todo la ilusión de seguir adelante, ya que correr y vivir están
íntimamente ligados, ambas cosas son una carrera de fondo, un camino a seguir
por el ser humano, en el que el objetivo principal, es siempre avanzar, ya que
pararse, nunca puede ser una opción.
