
Contenido de texto relacionado con la temática específica del Curso BásicoEl entrenador que empieza (I)
Los jóvenes entrenadores de fútbol, se preguntan incesantemente, qué han de hacer para llegar en su momento a ser grandes técnicos y convertirse en los entrenadores del futuro.
La receta ideal no existe, pero existen unos caminos mejores que otros para llegar a conseguirlo. No obstante, conviene dejar claro, desde el principio, que para todo lo que se pretenda lograr, hay que contar con el esfuerzo que uno ponga y la capacidad que uno tenga .
Centrándonos exclusivamente en el aspecto deportivo, y sin que esto se pueda aplicar como una exacta Ley Matemática, nos gustaría apuntar una serie de aspectos que consideramos como muy importantes de cara a conseguir los objetivos propuestos.
Hay que ser un trabajador incansable.
El entrenador no solo desarrolla su labor en los entrenamientos y en los partidos. Hay que dedicar además muchas horas más para programar, planificar y sobre todo observar. Y si bien, es cierto que hay que ser entrenador las 24 horas del día, eso no quiere decir que uno viva tan obsesionado con su trabajo, que no sepa desconectar de él en determinados momentos, sobre todo a nivel psicológico, y también dedicarse a ampliar conocimientos en otras materias complementarias que sin tener relación específica con el fútbol, le pueden ser de mucha utilidad.
Un buen entrenador debe de tener unos amplios conocimientos en diversas especialidades que sirven para darle a su trabajo futbolístico concreto, un toque más profesional, ya que probablemente, si solo sabe de fútbol, quizás al final acaba no sabiendo de nada.
El entrenador que empieza (II)
¡Tener siempre mentalidad ganadora!
El deseo permanente de conseguir victorias, es fundamental, con independencia de la categoría en la que se entrene, evidentemente, la necesidad imperiosa de ganar un partido, no tiene la misma relevancia por ejemplo, en una competición de equipos profesionales, que en una de infantiles, aunque al final, siempre se valora más y de forma general, al entrenador que gana.
Eso de jugar bien, queda muy guapo de cara a la galería, pero que nadie se engañe, tarde o temprano por muy bien que juegue nuestro equipo, si las derrotas aparecen con frecuencia, siempre pasan su correspondiente factura .
Quien quiera triunfar como entrenador, y sobre todo, si su objetivo es llegar a las más altas categorías de la competición futbolística, tiene que tener muy claro, que siempre, y por encima de cualquier otra cosa, le van a exigir que gane, y él, por su parte, tiene que estar en todo momento con la predisposición de hacerlo, y no cansarse nunca de conseguir triunfos.
El entrenador que empieza (III)
¡Adquirir amplios y profundos conocimientos!
En todos aquellos apartados relacionados con la enorme exigencia que la profesión de entrenador de fútbol demanda. Estamos hablando de Preparación Física, Técnica, Táctica, Estrategia, Psicología, Liderazgo, Medicina, Nutrición, Gestión y algunos cosas más, sobre todo en el campo relacionado con las nuevas tecnologías que en la actualidad están aportando a los técnicos una serie de herramientas de gran utilidad para perfeccionar los entrenamientos, mejorar la planificación de los partidos y disponer de otra serie bastante amplia de nuevos recursos que aportan una mayor calidad y eficacia a la actividad de los profesionales en las labores de dirección de un equipo de fútbol (aunque igualmente, esto es extensible a otras actividades deportivas).
El futuro técnico, que no tenga enormes deseos de aprender y de actualizarse día a día, es difícil que pueda llegar a la élite, ya que cada vez la competencia es mayor, y las nuevas generaciones están cada vez mejor preparadas en todos los aspectos.
Hay que olvidarse ya, de lo que ocurría en otras épocas, que gente, con muy poca preparación, llegaba incluso a dirigir equipos en primera división, por el simple hecho de haber sido futbolista de más o menos renombre. Afortunadamente, eso en la actualidad se está acabando, aunque todavía hay alguna rendija, por la que sigilosamente se cuelan algunos, que tan solo con la tarjeta de su pasado futbolístico como jugador, ocupa puestos para los que en realidad no están lo suficientemente capacitados .
En definitiva, la profesión de entrenador, tiene unas determinadas exigencias, que cada vez son mayores, y para ejercerla hay que saber, en el amplio sentido de la palabra, y para saber hay que estudiar, igual que para ser abogado, cocinero o nutricionista, por poner algunos ejemplos.
