Aburrirse
Cuando
el aburrimiento se convierte en compañero habitual, durante el acontecer diario
de la vida de la gente, la colección interminable de horas muertas se acumula
en el espacio vital de los seres humanos, que no conformes con perder
miserablemente el tiempo (de su corta existencia), se dedican con esmero (no
todos, por supuesto), a coleccionar los cientos de miles de minutos
malgastados, y con el envoltorio de la negatividad, los guardan en su baúl
interno, para que a modo de recordatorio permanente, siga alimentado un día a
día presidido por la desgana, el tedio y la falta de motivación.
¡Con la fácil que resulta entretenerse con
las cosas más simples! Además muchas de ellas son incluso gratis, tan solo es
cuestión de buscar con un poco de entusiasmo. Cualquier cosa es preferible,
antes que pasar el tiempo como una momia,
sin hacer absolutamente nada, salvo aquellos que simplemente con ver volar a
una mosca, ya lo pasan bien.
¡Benditos ellos…!